Mi presentación...
Hoy decidí presentarme, aunque no haya mucho por decir.
Me considero
incompleta. Siempre quiero más. Quizás sea mi edad: con dieciséis años las
ambiciones son infinitas. Necesito parar un poco, pero es imposible. Trato de
buscarle más horas a los días, de transformarlos en eternos.
No hay mucho
para contar sobre mí. Mi esencia es indefinida; no poseo un estilo concreto a
la hora de escribir. Todo fluctúa dependiendo de mi estado de ánimo.
Me
identifico con una simple palabra: insaciable.
La escritura
me permite frenarme, aunque no demasiado. Me permite sanar interiormente tras
una pérdida y me arranca el dolor. Le otorga luminiscencia a mi vida.
El momento que me toca vivir es inasequible,
pero las letras lograron lo que creía imposible: hacerme revivir. Todos los días reverdezco a través de las
palabras. La lectura es la base fundamental; la escritura es el complemento indefectible.